Centro de Refugio Espiritual En Línea Mateo 26:23-24 NTV “Jesús contestó: —Uno de ustedes que acaba de comer de este plato conmigo me traicionará. Pues el Hijo del Hombre tiene que morir, tal como lo declararon las Escrituras hace mucho tiempo. ¡Pero qué terrible será para el que lo traiciona! ¡Para ese hombre sería mucho mejor no haber nacido!
Vemos claramente en las Escrituras lo necesario que fue la traición de Judas para el cumplimiento profético en la vida de Jesús. Este cumplimiento, traería el tesoro mas maravilloso: el perdón de pecados para toda la humanidad, disponible para todo el que crea.
Dice en este pasaje que Jesús tenía que morir y para morir tuvo que ser traicionado! Y fue traicionado por uno que comía del mismo plato que Él. Uno cercano, uno íntimo, uno confiable, era tan confiable que le llevaba las finanzas del ministerio y no a cualquiera se le entregan las finanzas; aunque solo el Señor le da confianza a los no confiables! Dice la Escritura que Judas era ladrón y sacaba de la bolsa.
Fue llamado al ministerio, fue ungido, las señales se vieron a través de su vida, pero fue un traidor. Ese fue su aporte, la traición. En ese traidor se escondía un ayudador para el plan soberano de Dios.
El dolor que produce la traición es proporcional a la intimidad, a la cercanía, a la confiabilidad que hayamos tenido con la persona. Hay tesoros espirituales escondidos en medio de la oscuridad del dolor; si nos concentramos en buscar el tesoro y no en el dolor, saldremos enriquecidos de la experiencia.
No con esto se justifica al traidor, pues el mismo Señor dijo: ¡que terrible será para el que lo traiciona!. Alguien dijo que en el asunto de la traición era mejor ser el traicionado que el traidor, pues el traicionado sufre temporalmente pero el traidor puede sufrir consecuencias eternas. Y esto es muy serio.
Para todos los que somos de Cristo, así como Jesús tenía que morir, tú y yo también tenemos que morir para poder dar fruto. El mismo expresó en el libro de Juan capítulo doce, verso veinticuatro: “Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas.” NTV.
La semilla debe ser sembrada y estando bajo tierra debe morir para poder dar paso a una nueva forma de vida, de semilla a convertirse en un árbol fructífero.
La traición nos ayuda en este proceso, morir emocionalmente, si realmente permitimos que el dolor del proceso nos ayude; podemos morir a la venganza, morir a desear mal, incluso morir a pedir justicia porque en tiempo del dolor, por lo general, es una venganza disfrazada, morir a la amargura, morir al deseo de cerrarnos y no volver a abrir nuestro corazón, morir al deseo de no dar o ayudar a otros porque en realidad esta es otra forma de venganza muy sutil. En fin, el dolor nos ayuda a medir nuestro crecimiento espiritual y nuestra madurez; nos ayuda a ver qué tanto de la Palabra del Señor es todavía información religiosa o es espíritu y vida en nosotros.
En verdad, la traición es un arma del mismo diablo, las Escrituras nos dejan ver que él había entrado en el corazón de Judas; es un arma baja, completamente opuesta a los valores y principios del reino de los cielos; pero es usada por el Señor para empujarnos a una plataforma mas alta de calidad de vida en el espíritu, si morimos a nuestra carnalidad. Todo obra para bien a los que amamos a Dios y hemos sido llamados conforme a Su propósito.
Si morimos, seremos posicionados en una nueva dimensión, tal como una semilla se convierte en un árbol.
Después de superar el dolor de una traición estas habilitado para fructificar en mayor medida. Y una nueva corona te es dada. Pero la recompensa mas grande es la gloria de llevar una de las marcas de Cristo en nuestro cuerpo espiritual!
No en vano Jesús le dijo a Judas: amigo. Realmente Judas lo catapultó a su destino. Los Judas en nuestra vida harán lo mismo, nos catapultarán a un mayor nivel de gloria! El diablo los usa como traidores y Jesús los usa como amigos que nos empujan a descubrir nuestra verdadera identidad: Hijos de Dios. El diablo los usa como obstáculos pero el Señor los usa como escalones para ayudarnos a subir a un mayor nivel. Maravillosa sabiduría de Dios!
Amados pastores, líderes, hermanos, amigos no nos quedemos estancados en el dolor de la traición, no permitamos que la amargura eche raíces en nuestros corazones, recordemos que de él mana la vida de Dios a través de nosotros para bendecir a muchos.
El mismo Espíritu Santo, el Consolador sanará tus heridas y donde hubo dolor habrá una mayor unción y una fuerza mayor que viene del gozo de Dios para dar un fruto mayor.
No olvides echar mano de la gracia para perdonar, amar y bendecir a los que te traicionaron, ellos fueron usados para ayudarte a subir un escalón más de fe, de gracia, de amor, de unción, de perdón, de gloria, de cercanía al Padre, de beber de la misma copa que Jesús bebió, porque detrás de cada traidor se esconde un ayudador!
