Sin lugar a dudas Dios le ha dado un potencial al ser humano asombroso. Puede uno deleitarse en oír extraordinarias voces y talentosos músicos, ver magníficos danzarines. Recrearse en pinturas y toda clase de obras de arte. Disfrutar de los avances tecnológicos y todo lo que el hombre puede hacer.
Así mismo en la vida ministerial hay tanta variedad; nuestro Dios es creativo, innovador, le gusta la diversidad. Dice la Escritura que le dio dones a los hombres y es evidente que si nos dio dones es porque quiere que los ejercitemos para provecho de los demás y alcanzar a los que todavía no han sido alcanzados para el reino de los cielos. Sin embargo, cuando arrancas en tu propia carrera y te abres paso por ti mismo para mostrar o ejercitar tus dones, podrás llegar solo hasta el límite de tus fuerzas y de tus capacidades. Sí, Dios te usará pero estarás limitado.
Qué gran diferencia es cuando arrancas en tu carrera porque Él te marcó el tiempo! Cuando llegues a tu límite, conocerás de primera mano que Él es el Dios que rompe límites. Cuando pienses que hasta ahí llegaste, es cuando Él te abre la puerta a nuevos horizontes, que jamás habías visto.
Israel, en su salida de Egipto llegó al límite del Mar Rojo; un límite que jamás podría haber roto ni con todas las fuerzas, ni las capacidades, ni inteligencia, ni números de persona; sencillamente era un límite imposible de romper. Pero como Moisés no emprendió este éxodo por su propio ingenio, el Señor permitió que llegaran al límite para demostrarles que Él es el Dios que rompe límites! Con Su poder abrió el Mar Rojo y pasaron en seco y aún cuando su enemigo los persiguió, no pudieron pasar y alcanzarlos. Porque cuando Dios te lleva a un nuevo horizonte, a una promesa, a un nuevo tiempo, a una nueva tierra, cuando Él rompe los límites para llevarte a un nuevo nivel, tus enemigos quedan atrás, los que te detenían en tu avance hacia tu tierra prometida quedan ahogados en las aguas impetuosas por Su poder.
Espera, antes de arrancar en tu carrera de fe, de servicio, asegúrate de que Él te esté marcando el tiempo. Avanzarás y correrás a una dimensión ilimitada de gloria! No le temas a los límites, justo cuando llegues allí, ese será el lugar y el tiempo correcto para conocer al Dios que rompe límites!
Extraordinario nuestro Señor! Con El todo sin Él nada.
Así es!