1Reyes 6:7 NTV «Las piedras que se usaron en la construcción del templo se labraban en las canteras, de modo que no hubo ruido de martillo, ni de hacha, ni de ninguna otra herramienta de hierro en el lugar de la obra»
Como piedras vivas, necesitamos ser labradas para poder encajar, en el lugar asignado por el Constructor, en el edificio espiritual que El está construyendo.
Si se oye mucho ruido en tu vida, es porque estás todavía en el proceso de ser labrado. Se oye, no solo el ruido de las herramientas sino el ruido del dolor del proceso. Solo cuando estés listo serás llevado al lugar asignado y allí ya no habrá ruido, sino el ser parte de la estructura del templo, ser parte de la obra que sigue en construcción. Allí solo debería escucharse adoración Al que reina y Su voz como las muchas aguas.
Qué terrible es cuando algunas piedras, por estar vivas, saltan de la cantera antes de tiempo, tratando de evitar el proceso de labrado y asumen un lugar que no les fue asignado o que sencillamente no estaban listas para asumirlo. El ruido de las herramientas se sigue oyendo en sus vidas, y entorpecen a los demas para escuchar a Dios; entorpecen la adoración Al que reina porque llaman la atención hacia sí mismas. Y además de eso se producen los roces con las demás piedras porque no encajan en ningún lugar. No porque no tengan lugar, sino porque todavía necesitan seguir siendo labradas.
Amada piedra, ¿dónde necesitas estar? ¿ en la cantera o en el lugar de la obra? No te saltes el proceso! No salgas de la cantera antes de tiempo! Solo el Constructor y Formador de tu vida sabe cuando estás listo para ser de bendición en el edificio espiritual y en el lugar al que El te ha llamado a ocupar.
Amén,