Después de hacer el café y un rico desayuno, me puse a limpiar la nevera; botando algunos alimentos que ya no consumiremos, percibí en mi espíritu que estaba siendo confrontada con la facilidad que tenía para deshacerme de cosas que, si las llegase a ingerir, me harían daño; y cómo a veces me era tan difícil deshacerme de relaciones que una vez pudieron haberme alimentado emocional o espiritualmente, pero que ya perdieron los nutrientes, palabras y mensajes que son dañinos, que se han corrompido, porque han caducado en el ciclo de mi vida.
El empaque puede seguir siendo el mismo pero no el contenido; así que, seguir consumiendo, ingiriendo sus palabras o aceptando sus mensajes de la forma en que vengan, si ya pasó la fecha de vencimiento, es un veneno para el alma y para el espíritu, de la misma manera que un alimento vencido es un daño para el cuerpo, aunque su empaque esté intacto.
Qué verdad tan grande! y qué maneras usa el Espíritu de Dios para hablarnos!
Si no me atrevería a darle un alimento dañado a mi familia, ni a nadie mas, ¿por qué entonces debería comérmelo yo? ¿Y tú, por qué lo haces? ¿Por qué sigues consumiendo palabras, mensajes que no están nutriendo tu vida emocional o espiritual? ¿Por amor? ¿Por amor a quién?
No confundamos, el amor es una cosa y el sentimentalismo es otra cosa. Si amo mi cuerpo lo suficiente como para no ingerir nada que esté dañado, también debería amar, de igual forma, a mi ser interior.
«Las palabras amables son como la miel: dulces al alma y saludables para el cuerpo»
Proverbios 16:24 NTV
No consumamos alimentos solo porque miramos el empaque y todo parece bien. Hoy día, todo lo que consumimos tiene etiquetas que nos dicen mucho y a la vez poco, para el que no tiene conocimiento. Al menos deberíamos revisar la fecha de vencimiento. Así mismo, deberíamos hacer en lo espiritual, o en lo emocional, no recibamos «buenos» mensajes porque el empaque parece bueno. Hay mensajes corruptos dentro de empaques buenos! El Señor Jesucristo lo expresó de esta manera, refiriéndose a los religiosos de su época:
«Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia»
Mateo 23:27 RVR60
Seamos sabios y escojamos bien qué palabras o mensajes deberíamos oír o leer, así como podemos escoger los alimentos que consumimos.
«Las palabras sabias satisfacen igual que una buena comida; las palabras acertadas traen satisfacción»
Prov.18:20 NTV
Hoy comienzo a sacar de mi nevera todo lo que se venció por amor a mí! ¿Y tú, cuando vas a limpiar tu nevera?