Mi buena intención no basta

Uno de los errores mas comúnes entre los hijos de Dios, es el creer que nuestra buena intención es suficiente para que las promesas, bendiciones, o el respaldo de Dios a lo que hacemos, sea una realidad en nuestras vidas.

Muchas veces, le decimos a Dios en forma de queja: ¿por qué, si solo busco el bien? ¿por qué no veo resultado, si solo busco hacer Tu voluntad? ¿por qué, si no tengo mala intención?

Estudiar Su Palabra y pedirle ayuda al Espíritu Santo nos lleva a ver mas allá de lo escrito, nos lleva a ver el principio espiritual, la enseñanza detrás de cada historia relatada; nos lleva a conocer el corazón del Padre.

Leyendo el primer libro de Crónicas los versos uno al cuatro nos damos cuenta que David tenía muy buenas intenciones y no solo eran buenas sus intenciones sino que buscó consejo para que el resto del pueblo se uniera y trajeran el arca de Dios. En otras palabras David buscaba la unidad del pueblo para traer Su presencia representada en el arca. Realmente nada reprochable a los ojos humanos.

1 Crónicas 13:4 NTV «Toda la asamblea estuvo de acuerdo, porque el pueblo comprendía que esto era lo correcto»

No importa cuánta gente esté de acuerdo con lo que queremos hacer; si Dios no está de acuerdo, no funcionará.

A continuación, David reúne a Israel y traen el arca en un carro nuevo.  Pero el carro nuevo no estaba en las Escrituras como modelo; lo nuevo es bueno siempre y cuando vaya conforme a lo establecido por Dios.

El relato nos dice que estaban todos llenos de gozo cantando y tocando instrumentos para Dios; ¿quién podría dudar que Dios no estaba entre ellos? Cualquiera que se hubiese atrevido a advertirles que lo que hacían no era correcto delante de Dios hubiese sido juzgado y quizás hasta apedreado por falso, hereje o cualquier otro epíteto. Ellos no consideraron buscar la voluntad de Dios porque todos asumían que esa era la voluntad de Dios.

Sin embargo, ocurre una tragedia en medio de ellos; los bueyes que cargaban el arca, tropezaron,  y Uza con la mejor de sus intenciones, extendió su mano para sostener el arca y murió delante de Dios. Lo trágico del evento no fue que Uza estuviese enfermo y murió o que hubiese muerto por alguna falla cardíaca; sino que la Escritura dice que la ira de Dios vino sobre Uza por haber extendido su mano al arca. Pero, ¿cómo es posible?!! Uza no hizo nada malo! lo único que hizo fue meter su mano a fin de que el arca no cayera; era una buena intención, ¿no es cierto? David tuvo mucho pesar en su corazón, como cualquiera de nosotros cuando hemos tenido una buena intención y vemos como que Dios se pone en nuestra contra; o no bendice lo que hacemos o no vemos su apoyo, o su protección.

David se dio cuenta, así como un día yo también, de que mi buena intención no basta; en el reino hay que hacer las cosas conforme a lo que ya está establecido por Dios. De alguna manera el Señor le hizo recordar a David que Él había escogido solo a la tribu de Leví para llevar el arca y supo que por no haberlo hecho de acuerdo a lo que ya estaba establecido fueron quebrantados.

1 Crónicas 15:13 NTV » Como no fueron ustedes, los levitas, los que llevaban el arca la primera vez, el enojo del Señor nuestro Dios se encendió contra nosotros. No habíamos consultado a Dios acerca de cómo trasladarla de la manera apropiada»

Solo los levitas habían sido escogidos por Dios para llevar el arca. A veces, con una buena intención queremos servir a Dios pero usurpamos el lugar y la asignación que Dios le dio a otros y no a nosotros.

David también erró al consultar con la asamblea en vez de consultar con el Señor de la asamblea. El Señor Jesús le dijo a sus discípulos que oraran al Señor de la mies para que enviara obreros; es muy posible que movidos por un corazón genuino de servicio estemos haciendo labores que no se nos encomendó, cuando lo primero que debimos haber hecho es pedir al Señor que envíe a los que de antemano Él ya escogió para ello. A veces la carga en nuestro espíritu por suplir una necesidad o llevar a cabo una tarea o proyecto que sin duda sería de bendición para muchos,  no es necesariamente porque Dios nos esté encomendando a hacerlo; podría ser solo una carga de oración para que el Señor levante a quien debe ser usado para tal proyecto. Siempre recordemos que Él es el Señor de la obra y solo somos Sus colaboradores.

David, como líder, fue el responsable de que esa tragedia tuviese lugar en su pueblo; la muerte de Uza fue una pérdida irreparable para su familia y trajo mucho dolor en medio del pueblo. Pero esta terrible experiencia llevó a David a un mayor temor de Dios y estoy segura, un mayor cuidado de hacer las cosas conforme a los principios del reino de los cielos y no tan solo por buenas intenciones.

Evitemos situaciones dolorosas en nuestras vidas, familias y ministerios. Recordemos que nuestra buena intención no basta; debemos hacer aquello que se nos encomendó de la manera establecida por Dios.

Tamy Aman.