Algunas bendiciones no te llegan no por causa de ti sino por quienes te rodean.
Hay momentos en la vida en que nos toca decidir entre una relación o la bendición. A veces tenemos el destino detenido por una relación a la que nos hemos adherido, por personas o circunstancias que en nuestra ignorancia hemos escogido.
Abraham lo aprendió muy bien; fue despues de apartarse de Lot que volvió a escuchar la voz de Dios. Lot, al separarse, escogió aparentemente lo mejor, todo lo que alcanzó a ver; obtuvo todo lo que deseó su corazón. Pero a Abraham le fue dado lo mejor de lo mejor, todo lo que ni siquiera alcanzó a ver; obtuvo todo lo que deseó el corazón de Dios para él.
Dios no puede darnos todo lo que El desea si permanecemos alineados a una relación incorrecta. La verdad es que no existe una persona perfecta pero si existen personas con una actitud correcta ante la bendición que es nuestra. Se necesita estar muy claros en identidad para no envidiar. Realmente, no vale la pena mantener una relación con quien no se alegra de tu bendición.
Debemos manejar nuestra agenda de relaciones y amistad, no conforme a nuestro sentimientos sino conforme a Su voluntad.
A todos nos llega el tiempo crucial en que necesitamos escoger morir para vivir, perder para ganar; salir de lo conocido para entrar en lo que nos ha sido prometido, aún cuando sea desconocido; porque Aquel que prometió no miente, y de seguro si nos alineamos espiritualmente, nos llevará a nuestro destino.
Tamy Aman
Excelente!!
Gracias!
Me parece muy acertada tu reflexión, es una gran verdad, pero es que a veces le metemos al cabezón y se nos olvida consultar y contar con Dios que si tiene todas las respuestas y nos rodeara de personas muy útiles y beneficiosas para nuestro crecimiento en Cristo.
Gracias por tu comentario. Dios te bendiga.